La pintura como deseo y narrativa
Mi trabajo siempre parte de una acción/pintura, filmada y fotografiada, en la que mi cuerpo interactúa con los pigmentos sobre la tela o con el cuerpo de otro modelo, recreando imágenes de la iconografía cristiana o adaptando libremente textos teatrales. Con todo ese material configuro lo que posteriormente serán mis pinturas y obra gráfica.
Durante mucho tiempo he estado perdido, como artista no era capaz de encontrar un lenguaje propio en el que sentirme cómodo, hasta que finalmente se abrió ante mí lo que llevaba tiempo buscando. Fue la mezcla de la obsesión hacia la pintura sobre mi cuerpo, muy vinculada al erotismo y la pornografía, con mi pasión por el teatro, ya que siempre me he refugiado en otras identidades para huir de mí mismo y el teatro es eso, identidades que se solapan unas a otras hasta confundirte en ellas y desdibujarte tú mismo como persona.