La naturaleza es la religión de Lucifer
Desde que comencé a pintar con 3 años, la pintura para mí siempre ha sido un medio de canalización y de proyección. Es mi manera particular de expresar y gritar mi persona, mis sentimientos, vivencias y matices. Transformando “lo feo” en algo bello, siempre bajo mi visión de belleza mortuoria, desde mis libros de anatomía humana, el terror clásico, la demonología, la brujería, el travestismo y la sexualidad.
Hago hincapié en el tabú, siempre doy voz y voto a lo que es marginal, está prohibido o corrompido, y por supuesto, lo políticamente incorrecto. Mi técnica la denomino PsicoAnarquista, nunca sigo reglas ni patrones. Cojo el pincel y el aguarrás, y me vuelvo loca con mis óleos, sumergiéndome en mi psique y mostrándosela al mundo entero bajo una intención provocativa, transgresora, con el contraste de lo natural. Nadie queda indiferente ante mi expresión plástica, y en ocasiones lxs hacen pensar y sentir por si mismxs…
La hereje
La Epifanía